Al final lo único que pude hacer fue soltar una carcajada y constatar con incredulidad que en efecto ya habían transcurrido los 42 minutos de programa y que la frase del principio “This is the end” había sido una gran broma de Chris Carter. ¿O no? Ya que estos capítulos se terminaron de grabar antes de emitirse la premier, no se sabe si Chris Carter estaba suficientemente confiado del éxito que tendrían como para planear una temporada 11 o si pensando que estos serían realmente los últimos capítulos que tendría oportunidad de hacer decidió jugarnos esta broma y darle a la serie este final tan anti climático. Y al parecer nos quedaremos con la duda por un rato.
Contrario a mis deseos, este final de temporada (?) resulto todo lo contrario a lo que esperaba, sin respuestas claras y sin un final esperanzador para nuestros protagonistas. Solo más preguntas sin resolver.
Sin lugar a dudas lo mejor de este episodio fue el fumador, uno de los mejores y más terroríficos villanos en la historia. Y lo es porque no es un idiota megalómano que solo busca ser el emperador del planeta o adueñarse de todo el dinero del mundo (vaya estupidez), sino que sus acciones están motivadas por un retorcido instinto de supervivencia y el reconocimiento de que la mayor parte de la humanidad no merece respirar, cosa que la mayoría de la gente tiene mucho miedo de reconocer y por eso su personaje resulta tan aterrador ya que nos enfrenta cara a cara con lo inútil de nuestra existencia y lo impotentes que somos como individuos.
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Me agradó volver a ver a la Agente Reyes aunque creo que hizo falta una mención al Agente Doggett, asi como a los supersoldados, el nuevo sindicato, darle algo importante que hacer al Director Adjunto Skinner, echar un vistazo a la vida que ha llevado William y tal vez sea mucho pedir pero ¿alguna vez tendremos a un alienígena explicando sus motivos para hacer todo lo que han hecho o han dejado de hacer?
Por lo pronto solo me queda decir que me siento muy agradecida por haber tenido la oportunidad, después de 14 de años, de poder volver a ver a Fox Mulder y Dana Katherine Scully, quienes me acompañaron durante los años de mi adolescencia siendo un ejemplo a seguir, especialmente Scully y que forman parte de mi vida como dos amigos muy queridos a los que pensé que nunca más volvería a ver. Después de todo este tiempo ya no soy la misma persona que era en esa época y ellos tampoco son los mismos, pero es bueno ver que como buenos amigos, no importa cuánto tiempo haya pasado, podemos reanudar nuestra amistad justo donde nos quedamos como si el tiempo jamás hubiera pasado y recordar que la verdad sigue estando ahí afuera y que no hay que confiar en nadie por más que aun quiera creer.
Revista Angel 55 